Macho alfa

Hace tiempo que pienso en eso del macho alfa… que no me convence la imagen que tenemos. Este articulo (y uno de los comentarios) me han hecho pensar otra vez en eso… :) y me he ido a la wiki para ver si podía confirmar algo… ha sido una satisfacción, porque nos dice a qué se refiere la expresión en los humanos, pero es incapaz de definir como es un alfa humano y las referencias animales me dejan abierta mi película…

En animales sociales, alfa es el individuo en la comunidad con mayor rango, a quien los otros siguen. Tanto el macho como la hembra como ambos pueden ser alfas, según la especie. Cuando un macho y una hembra cumplen este rol se habla de pareja alfa. En algunos grupos, los machos y hembras alfa son ampliamente representados en la genética de la población si son los únicos que se reprodujeron exitosamente.

Los chimpancés muestran deferencia al alfa de la comunidad por gestos rituales tales como reverencias, permitiendo al alfa caminar primero en una procesión. Los canidae también muestran respeto a la pareja alfa en su manada, permitiéndoles ser los primeros en comer y, normalmente, la única pareja en procrear; los lobos son un buen ejemplo de esto. El estatus del alfa generalmente lo consigue mediante proezas físicas; no obstante, en ciertas especies altamente sociales tal como el bonobo, un aspirante puede emplear métodos indirectos, como alianzas políticas, para derrotar al alfa y ocupar su lugar.

En los humanos, esta expresión se refiere en ocasiones a un hombre poderoso o en una alta posición social, similar a la masculinidad hegemónica. También se utiliza para explicar la conducta de muchos adolescentes que compiten abiertamente para ser más llamativos, muchas veces siendo hostiles e irreverentes entre sí y hacia adultos, en especial si estos adultos representan a la autoridad. No es difícil suponer que algunas de las conductas infantiles o juveniles de rebeldía tengan su origen en esta característica, sobre todo si los padres han sido débiles o demasiado permisivos. El hijo puede llegar a querer ser el alfa en su familia, grupo o clan. En las culturas occidentales, el término se usa normalmente de forma peyorativa para describir a un hombre abierta o artificialmente masculino hasta el punto de rechazar cualquier ofensa hacia su estatus.

Para mí un macho alfa no necesita imponerse, ni demostrar, ni dominar (aunque algunos lo hagan o lo pretendan), se le sigue y se le respeta por sí mismo, porque sabe lo que le conviene más al grupo y es capaz de defenderlo ante quien sea y como sea (y motivar al grupo a hacerlo); pienso que pueden convivir más de un macho alfa en armonía si son aliados y buscan lo mismo. Un macho alfa satisface, sobretodo, las necesidades de las mujeres, que son el alma del grupo; se siente cómodo entre ellas y ellas lo aceptan de buen grado y les gusta (cualquier mujer que se aprecie desea un alfa cerca); un buen alfa consigue que las mujeres se sientan poderosas, porque no pretende nunca dominarlas, al contrario, potencia sus fuerzas contra los demás y se alía con ellas porque sabe lo poderosas que pueden ser cuando defienden a sus cachorros, que son el motor del grupo, el sentido de la vida, no? perpetuar la especie (no sé, las mujeres defienden más cosas… su autonomía sobretodo, pero creo que en el fondo toda nuestra fuerza viene de ahí, del instinto de proteger a nuestras crías –y nuestra vida, claro, pero eso igual que los hombres- de la manera que consideremos más adecuada)… las mujeres defienden, protegen y cuidan al macho alfa si es preciso, y también pretenden empoderarlo, porque saben reconocer su valía, y él, por supuesto, no tiene ningún problema con ello. Un macho alfa sabe que lo es, conoce su poder y no puede huir de él y tiene coraje. A un alfa le cuesta doblegarse, sufre cuando lo hace; no necesita dominar, ni pretende hacerlo (al menos no los buenos), pero un alfa domina, al grupo y a la mujer, en el mismo grado que es dominado por ambos (que también puede que lo dominen sin pretenderlo), creo además que son imprescindibles esos juegos de dominios para equilibrar las necesidades, tanto las individuales y como las de grupo.